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Bitcoin y todas las criptomonedas que existen actualmente, han posicionado a blockchain como una de las tecnologías más importantes de los últimos años. Sin embargo, las criptomonedas no son la única aplicación para esta tecnología, blockchain va más allá.
Para empezar, intentaré explicar el concepto de forma muy breve y sin tantas palabras técnicas.
Imagina Blockchain como una base de datos que funciona como su nombre lo indica: una cadena de bloques.
En este concepto, un bloque es la estructura de datos que tiene la capacidad de almacenar información. Para que se forme la cadena, todos los bloques son enlazados uno a otro de forma sucesiva, por lo tanto, ningún bloque que haya sido añadido previamente puede ser modificado. Esto permite que blockchain ofrezca la capacidad de almacenar registros históricos y asegurarse que no han sido modificados maliciosamente.
A diferencia de las bases de datos tradicionales que viven en algún servidor físico o en la nube, blockchain busca la descentralización, esto significa que todos los participantes que interactúan con la blockchain guarden una copia completa de toda la cadena de bloques. De esta forma, se crea una red y todos los nodos o participantes tienen control de la información que existe. Gracias a esto, la información siempre estará disponible en cualquier momento, ya que si un nodo deja de estar en línea o es atacado, el resto de participantes en la red continuará operando de forma normal.
La aplicación más común de blockchain son los sistemas de pagos, sin embargo esto también puede ayudar a la verificación de identidad de tus clientes, prevención de fraudes y que el cumplimiento regulatorio sea más sencillo. ¿Te imaginas poder garantizar que todas las transacciones de tu institución financiera no han sido modificadas de forma maliciosa?
Actualmente, hay servicios de bases de datos en la nube que utilizan el concepto de blockchain para garantizarlo. Esto facilita las auditorías por parte de las entidades regulatorias del sector, ya que tienes la capacidad de contar con registros históricos de forma rápida, garantizando que jamás fueron alterados.
En México, las entidades regulatorias ya están trabajando con proveedores de tecnología, para permitir que las instituciones financieras utilicen estos servicios disruptivos. En un par de años, el uso de blockchain tendrá un crecimiento exponencial y se integrará como un elemento de seguridad en todos los sistemas digitales del sector financiero.