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El concepto alrededor de lo que hoy se conoce como Banca Móvil, se originó como una estrategia disruptiva e innovadora para poder utilizar servicios financieros como consultar saldos, movimientos, realizar envíos de dinero y pago de servicios sin la necesidad de acudir a una sucursal física.
En México, hablar de Banca Móvil hace poco más de 10 años era un tema fascinante, tanto que se reconocía a las instituciones que se atrevían a implementarlo como alguien innovador. Sin embargo, hoy en día, Banca Móvil ya no es un concepto nuevo y tampoco innovador: se ha convertido en una necesidad primordial para el negocio de todas las instituciones financieras.
A pesar de esto, en el sector cooperativo de ahorro y crédito popular, más del 85% de las cooperativas autorizadas por la CNBV no ofrecen una aplicación de Banca Móvil a sus clientes. (Más adelante, en otra entrada a este blog, hablaremos sobre la importancia para las instituciones financieras de tener una aplicación de banca móvil)
En nuestra trayectoria como proveedores de este tipo de servicios, hemos descubierto que las cooperativas aún no están listas para implementar esta tecnología debido a la carencia tecnológica que existe. Esto, más allá de ser un factor importante para el crecimiento, se termina convirtiendo en un dolor de cabeza, un problema y un área de costo (y no de inversión como debería ser) para las instituciones.
De acuerdo a nuestra experiencia, estos son los errores más comunes al implementar un proyecto de Banca Móvil.
Delegar el diseño de mi producto a un tercero
Cuando surge la intención de crear una aplicación de Banca Móvil, naturalmente el primer paso es buscar proveedores que ya tengan una solución mágica (SaaS) que solo conectas y tienes operando tu aplicación en menos de 3 meses.
Sin embargo, esto no necesariamente siempre es bueno debido a que cada institución financiera se encuentra en una etapa distinta en su proceso de transformación digital. Para tomar una decisión acertada, se debe considerar la etapa en la que se encuentra tu institución:
Un producto de Banca Móvil SaaS tiene mayor tasa de éxito en la etapa 0, siempre y cuando la institución tenga claro para qué van a habilitar este canal digital, que estrictamente debe ir alineado a los objetivos estratégicos del negocio.
Tomar decisiones basadas en el costo de implementación
Cuando se evalúan los posibles proveedores que ayudarán en esta misión, la mayoría de las veces solo se considera el factor costo.
Esto puede resultar demasiado peligroso a futuro, debido a la deuda tecnológica que puede generar.
Se tiene que considerar dentro de la evaluación de proveedores el factor tecnológico, para garantizar la menor deuda tecnológica posible. Esto significa que lo que no pagues ahora, en un futuro, lo tendrás que pagar.
No tener claridad sobre los beneficios que obtendré de un proyecto digital
La mayoría de veces, la iniciativa de implementar una Banca Móvil surge de querer imitar a instituciones financieras más grandes. Esto no necesariamente está mal, a final de cuentas ellos ya han trazado el camino a seguir.
Lo importante en este punto, es tener muy claro lo que quiero conseguir como institución financiera. Es decir, tener medido un retorno de la inversión tecnológica que se hará (ROI), saber si se quiere llegar a nuevos mercados, ampliar el territorio de operación, ofrecer nuevos productos, reducir costos de las sucursales, agregar valor a tus clientes mejorando la experiencia que tienen utilizando tus servicios financieros, entre otros beneficios.
En conclusión…
Todas las instituciones financieras están destinadas a migrar a negocios 100% digitales debido a la alta competencia que existe.
Desarrollar un proyecto de Banca Móvil no necesariamente tiene que ser costoso, y para que esto suceda con éxito es primordial que el diseño de los productos digitales nazca dentro de las instituciones financieras utilizando metodologías como design thinking, design sprint y principios de diseño de producto.
Por último, es de vital importancia desarrollar una mentalidad digital porque la innovación tiene que ser parte de la cultura de tu institución.
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